martes, 13 de enero de 2009

El discurso de la fotografía postmedia.



Hablar de fotografía es entrar a los terrenos de la realidad trastocada por la dualidad belleza y muerte, entre conjugar lo tangible e intangible, entre el sueño y la realidad, con la efímera elegancia de las recreaciones de la vida mundana, de lo que existe y es negado y de lo que no existe y es aceptado en el imaginario colectivo, ese es el poder de la fotografía, transformar la irrealidad en algo que puede ser, en donde los mensajes no son inocentes, donde la vida cotidiana es pitorreada en las múltiples representaciones de una sociedad en crisis donde sólo existen seres humanos categorizados según sus diferencias de clase social, raza, edad, género y país.

¿Qué se debe entender por fotografía posmedia? Es lo que viene después de la fotografía tradicional aplicada a los medios de comunicación y de uso cotidiano. Es el cambio de paradigma en su utilidad, aplicación y exhibición, aunado al auge de las nuevas tecnologías de información y de hibridación, donde el punto crucial radica la inmediatez para dar a conocer el mensaje visual.

La fotografía de testimonio, la que sugiere la realidad de ese instante ha cambiado, hoy podemos dudar de la pigmentación de piel de un artista o candidato político o del entorno en dónde se desarrolle la escena de la imagen captada; estamos en la era de inventar situaciones que convienen al productor de la imagen. Esto forma parte del nuevo planteamiento de la posfotografía.

En el presente registramos todo visualmente y nos contactamos con la explosión espectacular de las redes sociales, así como con sus modas; construimos la imagen a partir de híbridos culturales.
Con la globalización tratamos de ser todos iguales sin importar dónde nos encontremos.
Lo anterior nos ha llevado a una ecología visual de la diversidad multicultural:
• Se imponen nuevas formas de leer visualmente (fotos o video al instante).
• Se modifican las maneras de escribir y manipular el lenguaje, llámese chat, mensajes por celular, etcétera.
• Se perfila un nuevo estilo en la fotografía y en las interpretaciones que hacemos con ella a partir de lo digital; surge una nueva forma de hacerlo.
• Se agilizan los tiempos y mecanismo: los nuevos actores sociales ya no tienen que esperar una hora y media o hasta dos para ver cómo salieron sus fotos, ahora con un click se tiene la imagen
al instante y se sube a la red social de preferencia del usuario.

Estamos en la era digital, en la frecuencia de línea de internet y de la rapidez del mensaje visual.
En otras palabras estamos en la posfotografía que, como señala Mitchell, «es la fotografía de la era electrónica que ya no intenta reflejar el mundo sino que se encierra en sí misma para explorar las posibilidades de un medio liberado de la responsabilidad de señalar la realidad» (citado en Mirzoeff, 2002: 122).

No hay comentarios: